La era de la modernidad sólida ha llegado a su fin. ¿Por qué sólida? Porque los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran. En cambio, los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen.
Por eso la metáfora de la liquidez es la adecuada para aprehender la naturaleza de la fase actual de la modernidad. La disolución de los sólidos es el rasgo permanente de esta fase. Los sólidos que se están derritiendo en este momento, el momento de la modernidad líquida, son los vínculos entre las elecciones individuales y las acciones colectivas.
ISBN: 9789877191493
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Páginas: 232
Encuadernación: Tapa rústica
Idioma: Español